El líder del año

Por lo visto durante todo el año, en los que ha marcado 180 goles, ha ganado cinco títulos y ha terminado como líder de la clasificación, no hay duda de que el Barcelona no necesita ayuda alguna de los árbitros para ganar en su estadio. Ante el Betis aprovechó el empujón que le dio Vicandi Garrido y sumó tres puntos más para seguir maravillando a una afición que sigue disfrutando de su equipo a lo grande.

Nunca se sabrá qué habría sucedido si el árbitro no hubiese señalado el punto de penalti tras el despeje de Adán, pero siendo realistas, todo hace indicar que los de Luis Enrique habrían conseguido la victoria también. Con más esfuerzo, obligados a mostrar un fútbol mejor y con un Betisvaliente, pero el signo no habría cambiado mucho.

Todo lo relatado no significa que los errores del colegiado deban quedar en el olvido. La jugada del gol de Westermann en propia portería es una cadena de fallos del trencilla que deberían ponerse como ejemplo en las escuelas de arbitraje. Ni a posta se puede fallar tanto. Primero la falta de Adán yMessi que termina con el portero despejando el cuero legalmente y Garrido mostrando el punto fatídico. Siguió con Neymar golpeando en dos ocasiones el cuero antes de estrellarlo contra el larguero y terminó con cometiendo una clara falta para que Westermann mandara el esférico al fondo de su portería cuando intentó despejar el peligro.

A esa jugada fatídica hay que sumar el hecho de que Bruno se había lesionado minutos antes y que la acción del gol terminó con Westermann fuera del campo por problemas físicos. Al bajón del gol sufrido y al sentimiento de impotencia ante una jugada así, había que sumar una defensa de circunstancias para los béticos. Pezzella y Digard demasiado hicieron, aunque es cierto que Adán les ayudó bastante.

Con el balón en su poder y la sensación de que podía hacer con su rival lo que quisiese, el Barcelona sacó el rodillo a trabajar. Superar los 178 goles que consiguió el Real Madrid de Ancelotti y que Messi no se quedara sin marcar en su partido oficial número 500 como culé estaba en la mente de todo azulgrana. Como no podía ser de otra forma, se alcanzaron los 180 tantos para establecer un nuevo récord de goles y La Pulga remató una buena jugada de Neymar. Fiesta en el Camp Noudespués de que la afición pudiera ver sobre el verde los cinco títulos que lograron los de Luis Enrique esta temporada.

A la MSN le faltó que los tres dejaran su huella. Lo buscaron, pero Neymar se topó con el palo y con Adán. El brasileño asistió de forma magistral a Luis Suárez, trabajó para su equipo e hizo todo lo que su equipo pidió, pero ante Adán, la noche estaba de que no.

Antes de que el delantero uruguayo aprovechara una maravilla de Neymar, había continuado una jugada protagonizada por Busquets. Marca de la casa, el medio recuperó un balón en la frontal del área rival, levantó la cabeza y jugó con un Luis Suárez que no falló. Habían pasado unos segundos de la segunda mitad y para al Betis se le atistaba un mundo por delante.

Finalmente, con el carrusel del cambios y tras una muestra de orgullo bética, que llegó al área de Bravo por medio de Cejudo, la herida no se extendió mucho más. Así, los culés cierran un año histórico y los de Pepe Mel, expulsado de forma injusta, siguen en la zona tranquila, con la conciencia muy tranquila y con la fuerza que debe dar haber plantado cara al líder en su estadio mientras todo dependía de ellos.