Messi reclama el Balon de Oro
- Quiriat David Barrera Castañeda
- 13 ene 2016
- 2 Min. de lectura
No es necesario que la MSN muestre su mejor versión. En un fútbol con tantos partidos, los noventa minutos de cada partido no se disputan con la máxima intensidad. Es algo normal y perdonable. En ocasiones, esta pérdida de tensión es un lujo que se puede pagar caro, pero cuando se habla de futbolistas con la talla de Messi, Luis Suárez o Neymar, se puede permitir.
En este sentido, Neymar controló el cuero por la izquierda, cambió el juego sobre la llegada de un Luis Suárez que de primeras, asistió a un Messi que sólo tuvo que empujar. No había fueras de juego de por medio, si Alves nos permite hablar cosas que van más allá de la táctica, y al Granada le esperaban 60 minutos muy largos por delante.
En el segundo acto, Messi siguió a lo suyo. Demostró una vez más que el Balón de Oro debe terminar en la vitrina de su casa. Es cierto que los tantos de esta ocasión no fueron maradonianos como en otras ocasiones, pero son de una ambición plena. A los balones que muchos no van, Messi los busca y los devora. Neymar se topó con el poste en su remate y La Pulga buscó el cuero para mandarlo al fondo de la red. En plena duda de si Doria tocó el cuero o no, en esta ocasión no hay duda alguna. El tanto termina en el casillero de Messi.
Finalmente, con todo decidido, Neymar dejó su sello para espantar los pocos fantasmas que había su alrededor ante su sequía goleadora. El brasileño, en una semana difícil al ser llamado a declarar ante el juez, si Alves nos deja informar de ello a nuestros lectores, pudo sacar una sonrisa al rematar en el segundo palo al fondo de la red.

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