El imperio azulgrana

"Ave Messi, los que van a sufrir te saludan". Así debían iniciarse los partidos de este Barcelona imparable que arrolla rivales allá por donde pasa. Recuperó a su emperador y su paso se hizo aún más firme. Volvió Leo y la Roma fue devastada por un ejército capaz de ser efectivo y estético al mismo tiempo. Suárez y Messi, con dos goles cada uno, lideraron el triunfo de una batalla en la que Piqué y Adriano también dejaron su firma.

El reinado de Leo no está marcado por la tiranía ni por la imposición de la figura que destaca. En el imperio azulgrana todos participan y tienen su momento de gloria. Son autosuficientes sin su líder pero lo aclaman en su vuelta. No es para menos. Su hegemonía no entiende de lesiones y no se pone en duda cuando Messi está en el campo. Porque este es el Barça de Leo, pero también es el Barça de todos.

Regresaba Leo al Camp Nou y tenía ganas de recuperar su jerarquía sobre el terreno de juego, aunque nadie se la discuta. En nueve minutos, el argentino ya había probado a Szczesny con un disparo desde la frontal, le habían anulado bien un gol por fuera de juego de Neymar y había acariciado el gol con un disparo ajustado. Fue Suárez, sin embargo, quien comenzó la sangría. Un genial pase en diagonal de Neymar para Alves acabó con el uruguayo empujando el balón a placer.